Para defenderse del frió y la humedad, las aves acuáticas, y en especial las ocas y los patos, tienen su cuerpo recubierto de plumas y plumones, la mejor protección contra el frió que ofrece la naturaleza. El plumón tiene más capacidad que la pluma para almacenar aire y también es mas apreciado si tenemos en cuenta que de una oca tan sólo se puede obtener entre 30 y 60 gramos de plumón.
Conocido también como duvet, el plumón se encuentra situado principalmente en el pecho del ave. Está formado por un núcleo microscópico del que parten miles de irradiaciones entre las cuales se almacenan las bolsas de aire. Es por esta razón que el plumón aísla mejor que la pluma ya que, en relación al peso, su capacidad para contener aire es mucho mayor.
En contra de la creencia generalizada un cobertor pesado no es el que mejor resguarda del frió, y por tanto no es el peso el indicador de la calidad de un edredón de plumas, sino el volumen o la capacidad de almacenamiento de aire que depende de la cantidad de plumón contenido en relación a la pluma.